Volvió a mí aquel lugar. Vino en un avión.
Trajo sus rincones, sus secretos, sus sonrisas. La sonrisa.
Me supo a tanto que me supo a poco, y quise repetir, o alargarlo un poquito más!
Como cuando suena la alarma para despertarte y la pones cinco minutos después.
Era esa sensación, un DESPIERTA!!! SE ACABÓ!!!
Pues no me da la gana!
Quiero dormir un ratito más, cerrar los ojos y disfrutar! Y así sucedió.
Volví a aquel lugar.
También sin pensarlo.
También sin planearlo.
Sin esperarlo, ni tú ni yo.
La única diferencia es que ahora es diferente.
Y que no hemos tomado cervezas bajo el sol...
Nos ha mojado los pies la lluvia.
Aquel lugar...
Diré HASTA PRONTO, no ADIÓS.